viernes, 15 de noviembre de 2024

Somos mucho más que nuestro pasado


 
    Se estrenó por fin hace unos meses atrás la cuarta temporada de The Boys, el exitoso programa de ciencia ficción original de Amazon, basado en el cómic de Garth Ennis y Darick Robertson.  Recordemos que esta historia nos cuenta de un mundo, una versión de nuestra Tierra, en la que los superhéroes existen, los que aparecieron cerca de la Segunda Guerra Mundial (o posteriormente) debido a la creación de un compuesto químico que provoca mutaciones en la gente; sin embargo, esto lo controla una poderosa empresa que domina gran parte del mundo con sus productos (en especial Estados Unidos) y que también maneja a los sujetos con superpoderes, quienes son una marca registrada y, por lo general, son individuos corruptos, al amparo de la susodicha institución.  Paralelamente a los anteriores, están los Chicos (de ahí el nombre de la historia y de su versión televisiva), un grupo de individuos inescrupuloso como los anteriores, con la salvedad de que trabajan para el gobierno, controlando a los supers y muchas veces castigándolos, anulándolos o hasta matándolos para que no abusen más de la cuenta de sus habilidades extraordinarias (que siempre las pobres víctimas de sus locuras son los humanos y corrientes, quienes solo tienen a los Chicos para protegerlos de los supuestos superhéroes).
    No teníamos The Boys desde 2022, luego de su estupenda tercera temporada; pero este año regresó, por fin, tomando punto de partida varios de los acontecimientos de Gen V, su segundo spin-off (estrenado el año pasado).  Es así que el show nos muestra a nuestros muchachos con el conocimiento de que existe un virus de laboratorio, que puede deshacerse de sus enemigos; el problema no solo es duplicarlo, sino que hacerlo específico para afectar a los verdaderos villanos, en especial al peor de todos, a Homelander y es que suelto, sin ajustar su potencial, puede provocar un verdadero genocidio.
    Esta temporada (la que se supone será la penúltima del espectáculo) nos revela muchos datos de interés de los protagonistas, en lo que concierne a su pasado, humanizándolos más que nunca; puesto que, debido a lo anterior, no solo logramos conocer sus debilidades, sino que conseguimos evidenciar la nobleza que han tenido, para volverse mejores personas de lo que fueron con anterioridad; por lo mismo, el presente se vuelve toda una oportunidad para alcanzar una la redención y/o plenitud.
    Repasemos qué es de los personajes de The Boys en este periodo:
 
Butcher: El otrora líder de Los Muchachos está de capa caída, aunque ello no le impide ser toda una fuerza de la naturaleza.  Tiene que lidiar con la pérdida de la confianza de la mayoría de sus compañeros, con la idea de convencer al hijo de la mujer a la que amaba, que Homelander no es un hijo de puta y, lo peor de todo, con un cáncer terminal que le hace pasar muy mal.  Por otro lado, un viejo amigo de su juventud, compañero de sus andanzas más violentas como agente encubierto, regresa a su vida y le dará (nos dará) una tremenda sorpresa (interpretado por el siempre varonil Jefrey Dean Morgan, al que, en todo caso, se le notan ya los años).  A todo esto... ¿Urban también ha envejecido más de la cuenta o se ve así debido a las circunstancias de su personaje?
 
Hughie: Tras el comienzo de esta serie, que comenzó con una impactante escena en la que este se encontraba involucrado, harto le ha tocado pasar a este chico y cuya visión del mundo fue cambiando radicalmente; sin embargo, pese a todo lo duro que le ha tocado vivir, mantiene su dulzura y por eso es uno de mis personajes favoritos de The Boys (tanto en la serie, como en los cómics).  Le toca pasar de todo acá, Incluyendo una graciosa escena como espía y ser el mejor apoyo para su pareja; por otro lado, impactante resulta ser su drama familiar, que implica a su propio padre (interpretado siempre por Simon Pegg, en quien se basaron para dibujarlo en las historietas).
 
Annie:  Tras haber dejado su labor en Voigh y su lugar entre Los Siete, ha iniciado una labor como activista para desenmascarar la suciedad de sus ex jefes y compañeros; sin embargo, no le resulta fácil y todo se le complica mucho. Se destapan unos cuantos detalles acerca de su pasado, incluso cercano, que sus enemigos usarán en contra de ella.  Cabe mencionar que la actriz a cargo de tan querido personaje, de un aspecto angelical, que de seguro fue una de las razones para elegirla para este rol, Erin Moriarty, se hizo una cirugía plástica que cambió por completo su rostro y se aumentó el busto; todo fue tan drástico, que perdió gran parte de su carisma, casi llegando a ser otra persona y provocando la polémica por tan dura decisión.
 

Frenchy: El más amistoso y alegre del grupo (título que casi se disputa con el bueno de Hughie), nos revela ahora su bisexualidad y que otrora fue un verdadero malparido (¿O esto ya se sabía y yo lo olvidé?).
 
Leche Materna:  Otro personaje cuyo aspecto cambió también, a tal punto que pensé que se trataba de un actor diferente; antiguamente lo encontraba bien guapo, pero ahora parece que tampoco le ha sentado bien el paso del tiempo (bueno, peor fue el caso de William Ryker en Star Trek: The Next Generation, a cargo de Jonathan Frakes, que, de ser todo un galán en la primera temporada, luego fue engordando bastante).  Ahora es el líder del grupo y se está tomando con más seriedad sus obligaciones familiares.  Igual pienso que esta temporada es el personaje menos interesante de la serie.
 
Kimiko: Lo que hicieron con ella, considerando la versión original del cómic, en el cual nunca tuvo un nombre y solo era conocida como La Hembra, al humanizarla y convertirla en un personaje tan querible, es claramente uno de los puntos altos de esta producción (aunque, claro, sería considerado poco políticamente correcto para la tele, tenerla en las mismas condiciones que en las viñetas).  Esta vez nos enteramos más sobre su atroz infancia/adolescencia, que la llevó a su mudez; asimismo, sus sentimientos hacia Frenchie afloran bastante.
 
Homelander: El más desagradable de los Siete, su líder, ahora tiene el poder absoluto en Voigh y todo el mundo le tiene miedo, incluso sus compañeros; se ha vuelto un dictador inestable y cualquier cosa puede pasar con él, así que es un peligro andante.  También nos enteramos acerca de su pasado, por qué razón odia tanto a los humanos, aunque también quedan claros qué temas lo afectan.  Es fácil despreciar a un villano como él.
 
The Deep:  Mucha gracia nos provoca esta parodia de Aquaman, un tipo rastrero con problemas de inseguridad. A veces podríamos sentir sin vacilar lástima por él, no obstante, su propensión a la vanidad extrema y falta de prejuicios, como empatía, lo hacen detestable. En todo caso, buena reformulación del personaje, que en la historieta no es tan importante.  El arco argumental de su romance con el pulpo hembra es, como diría mi amigo Eduardo, notable.
 
A-Train: Apenas lo conocimos en el primer episodio, fue imposible no nos cayera mal (casi al nivel de Homelander).  Era un sujeto sin culpa alguna, autodestructivo, el mismo que había provocado la impactante desgracia de Hughie, que le abrió los ojos a la basura que era Voigh y todos sus supuestos superhéroes.  A diferencia de la recordada Reina Maeve, también parte de Los Siete como él, era demasiado decadente o eso es lo que creímos; fue entonces que en esta más reciente temporada, lo vimos evolucionar lo suficiente, como para que incluso tuviera una significativa escena con el hombre al que enseñó a odiar.
 
Black Noir: ¡Por fin tiene diálogos, una personalidad y hasta un rostro este ominoso personaje! Risa nos provoca de manera inesperada este sujeto, quien luego nos dará una gran sorpresa.
 
    Aparte de los anteriores, nos reencontramos con un villano que sí nos caía simpático (y es que ver actuar al artista detrás de su rol, siempre es un gran placer) y con otro interesantísimo personaje de tenebrosos propósitos: La explota cabezas Victoria Neuman, quien esta vez poseerá aún más relevancia, ya que ella es la responsable de mucho de lo que sucede acá.  Y no podía olvidar la participación de la dura, aunque carismática jefa de la CIA de nuestros muchachos, que en un solo episodio nos consigue impactar, como siempre. Asimismo, vuelven unos cuantos personajes de Gen V, destacando la participación del detestable detective con superpoderes, que conocimos gracias al mentado spin-off... ¡Y me estaba olvidando de la rastrera Ashley, a quien le han sacado bastante provecho este año!
     Y dos agregados más tenemos en esta ocasión: Un par de incorporaciones femeninas a Los Siete, cada una con sus propias particularidades y razón de peso para que nos sean odiosas: primero tendremos a la persona más inteligente del mundo, una afroamericana amargada y manipuladora, por completo carente de afectos (y resulta un tremendo personaje); segundo, una facista de los medios de comunicación, super sexualizada y fetichista, que junto a la otra recién mencionada tendrá una singular relación con Homelander.
    Por último, aplaudo cómo conectaron todo con los sucesos de Gen V, la buena dosis de violencia gore y los chistes de tipo sexual, que desde un comienzo le ha salido tan bien a The Boys.  En todo caso, debo decir que si bien leí completa la historieta en la que se basa esta serie, no recuerdo mucho, pero estoy casi seguro de que la mayor parte de lo que este año vimos se lo inventaron; bien por sus creadores, aunque no me gustaría quedarme con las ganas de ver adaptada la preciosa historia, de ese grupo de supers "menores" y de buen corazón (aunque, así como van las cosas, lo dudo).
    ¡Y no les perdono solo 8 míseros episodios y que no tengan intro!

sábado, 9 de noviembre de 2024

Nunca es tarde



1. Unas cuantas primeras cosas que decir
 
    Así dice el dicho, cuya idea sostiene que cualquier momento nos es propicio para una experiencia satisfactoria; por lo tanto, no importa si nos demoramos más que el resto en llevarlo a cabo, pues al final el efecto es el mismo.  Y lo anterior lo considero cuando se trata de gozar algún título, libro, cómic, película o serie que por años me han recomendado, pero que solo he llegado a dedicarle mi tiempo luego de meses o años, a veces hasta décadas, desde que supe de su existencia (incluso desde que adquirí, regalado o comprado, dicha obra).
    Estas palabras explican, en parte, todo lo que me demoré en ver de una vez por todas Malcom el del Medio. Comencé esta sitcom a finales del año pasado y lo terminé de ver hace más de un mes atrás.  Un día había acabado de ver una serie con mi bebé, mi sobrinito Amilcar de entonces 14 años "¿Qué veremos ahora?" le pregunté.  Me dio unas cuantas propuestas, a lo que le dije que quería un show largo, con hartos capítulos y entonces me dijo Malcom.  No dudé si quiera, que ya había llegado el momento correcto y nada mejor que compartir algo así con mi regalón.
     Estrenada en 2000 y terminada en 2006, con 151 episodios a su haber, habiendo obtenido un montón de premios, elogios de la crítica y seguidores en todo el mundo, en muchos sentidos el mundo era otro cuando se hizo esta producción; sus conceptos y argumentos eran bastante rompedores de esquema cuando irrumpió en la parrilla programática, ideas que siguió desarrollando hasta las últimas consecuencias, incluso hasta su inolvidable final. En su momento se le comparó con Los Simpsons, aunque en versión imagen real, y en muchos sentidos se parecen ambos casos; no obstante, el programa que ahora nos reúne merece su propio altar debido a todas las virtudes que posee (y lo tiene, claro).
     Malcom el del Medio como toda obra de arte, expresión salida de la creatividad humana, es hija de su tiempo y en ese sentido hoy en día sería (o más bien ES) considerada poco políticamente correcta.  Y me gusta que sea así, que su humor negro me resultó un bálsamo para pasar un buen rato sin complicaciones, sazonado de guiones potentes y maravillosas actuaciones.  En todo caso, pese a la llamada dictadura de las minorías, la espantosa cultura de la cancelación y la gente woke, este título sigue tan vigente como lo fue cuando se estrenó y emitia.  Pero para entender lo expuesto en este párrafo, mejor saber de qué va y cuáles son justamente sus características de una vez.




2. Otras cosas valiosas por hablar/escribir
 
    Malcom es más o menos el hermano del medio de una familia, compuesta por cuatro hijos varones (luego serán cinco), siendo el tercer retoño de sus padres.  Su familia es en cierta medida la típica gringa de clase media actual (bueno, más o menos actual, porque no alcanzaron a llegar al bombazo de la dependencia del celular y las redes sociales digitales), aunque o bien se le muestra de forma más realista o bien se exagera la estrechez económica que hace que ambos padres trabajen, tengan que ahorrar hasta "graciosas consecuencias" (el regalo navideño de "vale por un abrazo" del padre o el "budín de sobras" más o menos semanal que come la familia, sin olvidar la cama que comparte Malcom con el hermano que le sigue y que luego él, y el hermano que le antecede, tenga que comenzar a trabajar en plena adolescencia para aportar a la casa).  Por cierto: Inolvidable la escena que muestra el jardín frontal de la familia, siempre con el pasto seco y todo destartalado; evidencia más bien del ambiente caótico del hogar (los dos padres trabajan bastante y los hijos son bastante revoltosos), que de pobreza.
    La verdad es que, si bien el programa se llama Malcom, el protagonismo es compartido por toda la familia y en un solo episodio (siempre potente, que no hay ninguno débil y siempre se disfrutan mucho) se cuentan de forma paralela las andanzas de tres o cuatro integrantes (en el que intervienen prácticamente todos sus integrantes, más personajes secundarios recurrentes e invitados).
    Interesante resulta ser cómo desde el primer episodio se rompe la cuarta pared, algo que solo hace Malcom, un chico genio (aunque, la verdad, luego veremos que todos los hermanos poseen capacidades prodigiosas).  Pese a su inteligencia por sobre la media, es revoltoso y le gusta jugar bromas pesadas con sus hermanos, con quienes muchas veces pelea hasta consecuencias muy bruscas.  Las explicaciones que da a la cámara, tan espontáneas y graciosas, nos ayudan a conocer en profundidad al personaje, entender mejor cómo ve el mundo y qué piensa de quiénes lo rodean (un recurso estético muy efectivo, toda una marca identificatoria de este maravilloso show).
     Pese a lo que parecería en primera instancia, por tener entre los coprotagonistas a menores de edad, este no es una sitcom familiar.  Y es que en sus capítulos se habla sin tapujos de sexo, que no solo los padres tienen una muy buena comunicación erótica entre sí (si es que existe de antemano esta expresión), sino que el hijo mayor (que comienza la serie siendo un adolescente), como corresponde a su edad, también tiene buena parte de su mente y ganas dirigidas al sexo; posteriormente los dos hermanos que le siguen, se interesarán por este tema y al respecto en la sexta temporada (más o menos), en un divertidísimo episodio, seremos testigos de cómo Malcom pierde su castidad.  De hecho: Hay muchos chistes de connotación sexual, muy directos (y graciosos).
    Las historias son autoconclusivas, si bien hay algunas que se desarrollan en dos o más episodios, en especial entre el final de una temporada y el comienzo de la siguiente.



3. Lo mejor está en los personajes.
 
    Me remitiré a la familia protagonista y a los dos secundarios más recurrentes a lo largo de las siete temporadas que tuvo el programa; algunos de estos, por muy buenos personajes que fueran, solo salieron una o varias temporadas más; pero luego por una u otra razón, desaparecieron de la pantalla (como la graciosa profesora del grupo exclusivo de estudiantes de Malcom y los mismos compañeros de este, genios como él).  En algunos casos, nombraré a los personajes satélite de la familia Wilkerson, que resultan grandes comparsas para este grupo, mencionando su relación particular con estos.
 
Malcom:  Quien le da su nombre al show, es un alguien cuya inteligencia por sobre la media le provoca tanto problemas, como satisfacciones; pese a todo, disfruta su vida como un chico normal, con arrebatos propios de la edad, haciendo travesuras pesadas con sus hermanos y amigos.  Debido al especial carácter de su madre, tiende a resistirse a su autoridad, pero por lo general debe doblegarse a esta.  Los últimos años de la Primaria, era parte de un grupo de estudiantes superdotados, los "bichos raros" del colegio, lo que le provocó varias situaciones muy graciosas. Tiene un corazón noble, aunque no es alguien que acostumbre a demostrar su sensibilidad.
 
Francis:  El guapo hermano mayor, desde pequeño comenzó a darle problemas a sus padres, al punto de que su temperamento impulsivo chocaba con el de su madre, dominante y voluntariosa.  No es una mala persona, solo algo anarquista; pero luego demostrará con el tiempo su rectitud en términos de justicia, su amor por la familia y otras capacidades positivas.  Comienza la serie, en sus dos primeras temporadas, estando en una premilitar, mandado allá de adolescente debido a sus arrebatos para "enderezarlo"; durante esta etapa el mejor personaje secundario, será el comandante a cargo del instituto, un maduro militar retirado con el cuál tendrá una muy singular relación (pese a las diferencias entre ambos, habrá verdadero afecto entre ambos).  Para la tercera temporada, ya cumplida su mayoría de edad, prefiere emanciparse de una vez y, en contra del deseo de sus padres, se va a trabajar a Alaska; allá no solo trabajará para una déspota mujer, sino que llega a casarse con una nativa americana, una hermosa y también voluntariosa muchacha, que será un gran aporte en su vida.  La cuarta temporada lo lleva a tener una mejor vida, cuando conoce a Otto y a su señora, un matrimonio ya maduro, que lo contratan como administrador de su hotel; las dos parejas, la joven y la mayor, se llevan de lo más bien y las aventuras que vivirán juntos hasta la quinta temporada, estarán entre lo mejor de este gran show.  A partir de la quinta temporada, solo veremos a Francis y a su esposa de vez en cuando, que si bien el amor entre ambos logra superar los altibajos, solo hacia el final de la serie vuelven a tener una mejor vida.
 
Reese:  El segundo hijo del matrimonio es en apariencia el idiota de sus retoños.  Poco dado a los temas de carácter intelectual, es un travieso que durante un tiempo fue el matón del colegio, aunque no por malvado, sino debido a su inmadurez.  Con sus hermanos menores gusta hacer travesuras y ser abusivo, aunque más bien tienden a ser cómplicess.  Juntos o por si solo tiende a alterar el orden de la casa seguido, lo que implica un severo castigo de parte de su madre (a la que obedece, en todo caso, al igual que sus dos siguientes hermanos).  Pese a su conducta más o menos anarquista, Reese posee habilidades destacables, como que es un gran cocinero y, en especial, administrar muy bien el dinero; también en sus trabajos remunerados tiende a ser responsable (llegó a tener un departamento propio con hartos lujos, cuando aún era menor de edad).  Es el deportista de los hermanos.
 
Dewey: Mi personaje favorito de la serie, fue el hermano menor hasta que cerca de la cuarta temporada nace el verdadero benjamín.  Dulce y muy elocuente, posee habilidades extraordinarias para la música y las artes escénicas en general; también es un líder nato, como cuando logró con facilidad liderar al grupo de los chicos "especiales' de su colegio (niños TEA y otros), sacando lo mejor de ellos.
 
Lois:  Mi siguiente personaje predilecto, es una buena mujer, aunque muy dominante, que trabaja en una gran tienda para sostener junto a su marido la economía de la casa.  Muy activa, tiende a gritar cuando se enoja y hasta su marido le tiene miedo (es claramente ella quién manda en la casa).  En la primera temporada conocemos a sus padres, dos figuras castradoras y poco cariñosas, de modo que así logramos entender el porqué de su forma de ser; a partir de entonces su madre saldrá de forma recurrente en el programa y se vuelve otro de los grandes secundarios de este.
 
Hal: El marido de Lois es un hombre amable y que muchas veces es cómplice de sus hijos.  Conoció en la época del colegio a su esposa y se enamoró perdidamente de ella; viene de una familia acomodada, la cual no toleró su enlace con alguien "humilde" como Lois. Su trabajo de oficinista nunca me quedó claro en qué consistía.  Ya maduro, hace un muy buen grupo de amigos, dentro del cual él es el único blanco y que no cuenta con una vida holgada.
 
Craig Feldspar: Compañero de trabajo de Lois, estuvo enamorado en secreto de esta, hasta que se revela la verdad.  Es un ñoño obeso que congenia bastante bien con toda la familia de su colega y amiga (se resuelve muy bien su amorío imposible), al punto de que es alguien de confianza absoluta para ellos (de hecho, los Wilkerson son lo más parecido a su propia familia).  Es mi tercer personaje favorito de la serie y aparece bastante en ella.
 
Steve Kenarban: El mejor amigo de Malcom, es un chico igualmente muy inteligente como él, de color y que usa silla de ruedas, debido a problemas de salud serios que tiene.  La llegada a su vida de Malcom se vuelve algo beneficioso para él, ya que poco a poco comienza a hacerse más independiente y a no tenerse autocompasión; incluso su estado de salud mejora, aunque siempre usando su vehículo personal.  Irónico y elocuente, se lleva bastante bien con Reese, pese a lo distintos que son.  Su amable padre es, más encima, el mejor amigo de Steve.  Mi cuarto personaje favorito es este simpático chiquillo.


4. Las despedidas son tristes
 
   Malcom el del Medio es un programa de esos que se quedan en el corazón de uno para siempre y que de seguro te repetirás en el futuro.  Agradezco haberlo visto por fin y, más encima, compartirlo con mi bebé; cuando escribía acerca de este show, me dio bastante nostalgia recordar lo feliz que me hacía.
   Una de las cosas que me maravilló del programa desde el principio, fueron sus actuaciones y en especial las de los chicos.  "Quiero ver qué otras cosas han hecho posteriormente" me dije "Con lo geniales que son, tendrán buenos títulos".  Inmensa fue mi sorpresa, y decepción, cuando me enteré que ninguno de ellos siguió una carrera prominente como actor.  Para peor, Frankie Muniz (Malcom) perdió la memoria de gran parte de sus años trabajando para la serie (debido a una enfermedad) y más se ha dedicado a ser piloto de carreras de automóviles, que a conseguir un desempeño actoral en grandes producciones; el resto, sus hermanos en la ficción, por una u otra razón no han destacado en pantalla (y mi favorito de todos, el que hacía de Dewey, definitivamente no se interesó en seguir la carrera de actor, una gran pérdida para el mundo). La actriz que hacía de la madre ha tenido muchos papeles antes y después del programa que hoy nos reúne (incluso salió en The Big Bang Theory, pero no tuvo roles estelares y/o destacados).  Solo Bryan Cranston, el papá, ha tenido un enorme éxito y muchos dicen que su mejor papel está en la serie Breaking Bad, haciendo de un personaje por completo diferente, al adorable papá de estos chicos que despedimos por ahora.

 
                                                             Intro primeras temporadas

martes, 5 de noviembre de 2024

Feliz escribiendo, dichosos leyendo (II)


 
7. La Pantalla Roja
 
    Un detective tiene problemas con su esposa, quien lo critica por las cosas más insignificantes.  Un día le toca atender el caso de un asesino que ha matado fríamente a su mujer.  En el proceso, ya a solas, el homicida le cuenta por qué razón cometió su acto; siendo que los motivos que le da le recuerdan mucho a lo que le pasa con su propia señora.
    Con elementos de ciencia ficción, el lector podría esperar que la narración tomara cierto rumbo, sin embargo, su autor remata la historia muy pronto (este es el texto más corto en lo que vamos del libro) y eso puede dejarnos con gusto a poco, por primera vez desde que tomamos Si te gusta la Oscuridad en nuestras manos.
    Interesante cómo el texto aborda, además, el tema de los roles de género, aunque desde dominación femenina de una mujer a un hombre; este último una figura de autoridad, un macho alfa, que en casa sufre la violencia verbal y psicológica de su esposa; sin olvidar que esta historia misma comienza con un femicidio.
 
8. Experto en turbulencias
 
    Poseo la antología en la cual apareció por primera vez este cuento, la cual se llama Por los Aires.  Fue editada por el propio King y su amigo Bev Vincent; no obstante, aún tengo el libro sellado.  Tal como sugiere su nombre, son historias (clásicas y modernas) sobre ficciones aterradoras relacionadas con aviones... ¡Pero por fin pude leer esta narración y me gustó!
     Un hombre trabaja para una extraña corporación, que lo hace viajar en aviones constantemente; lleva años en su trabajo, pero apenas sabe de sus empleadores, quienes le pagan muy bien.  Sabremos en qué consiste lo que hace solo recién hacia el final y de ese modo tenemos de nuevo evidencias de estar frente a un Maestro del Terror, con una capacidad de convencimiento tal, que bien logra hacer de las premisas más absurdas o raras, algo verosímil o por lo menos que obviemos ciertos detalles demasiado extravagantes; porque sí sabe cómo seducirnos con sus palabras.
    Por cierto, dicen que no hay que demonizar el miedo, puesto que este es nuestra señal de alerta para evitar el peligro o cualquier manifestación que atente contra nuestra vida; por lo tanto, el presente cuento trata de eso y de ese modo al hablarnos de ello, ya no es tan ridícula la idea que nos plantea.
   Por último, se repite acá otro tema que le fascina: Los poderes de la mente y/o sobrenaturales, aunque mejor lo descubran ustedes por sí mismo como sucede esta vez.
 
9. Laurie
 
    Este es el cuento tan hermosamente representado por la portada principal de la edición que yo poseo (ya les hablaré sobre ella).
    Un hombre en los sesenta ha sufrido hace poco el fallecimiento de su esposa.  Como vivieron juntos por décadas y nunca tuvieron hijos, este se siente solo y sin mayor sentido para su existencia.  Su cariñosa, aunque mandona, hermana mayor ve con alerta las señales que lo podrían llevar a la muerte si sigue así; razón por la cual decide regalarle una perrita.  A regañadientes la acepta, si bien no sabe que su nueva mascota le cambiará la vida.
     A lo largo de esta colección nos hemos encontrado varios personajes de la llamada "tercera edad", muchos de ellos protagonistas de sus historias (recordemos que el mismo King tiene 77) y he aquí que el presente cuento no se aleja de tal tendencia.  Y es que el presente relato, por completo realista, pese a su propio agregado kingniano (bastante inesperado y muy bien narrado), es una pieza acerca de lo que significa envejecer con dignidad, sin perder las ganas de vivir; la respuesta estaría en la compañía y el amor (no somos islas), tal como queda detallado en este cuento; que resulta intrigante pensar hacia dónde nos llevará, hasta que termina de forma inesperada (no sé si de manea redonda, que por mi parte me esperaba más giros extraordinarios).
    Me gustó la relación del protagonista con su parienta, el humor y, como no, el citado elemento kingniano; pero quedé con gusto a poco.


10.  Serpientes de Cascabel
 
    Otra novela corta que forma parte de esta colección (desde mi punto de vista sería la segunda, que esta posee más de un centenar de páginas y el resto son cuentos largos, razón por la cual no creo den para llamarles novelettes ¿Cierto?) ... Y, por cierto, por fin conocí el sentido de la otra portada de la edición que poseo, me refiero a la que está por el otro lado, ya que la versión exclusiva que tengo de Si te gusta la Oscuridad, viene con dicha novedad (se da vuelta y usa la portada que a uno más le gusta); no obstante, no me gustó el arte que ilustra el texto que ahora les comentaré.
    Una de las novelas más duras del Stephen King de los primeros tiempos, de cuando escribía casi puro terror y bien sangriento, por cierto, es Cujo; esta se trata de un perro San Bernardo que contrae la rabia y comienza a matar gente de forma atroz.  Quiénes hemos tenido el gusto de leer tal obra o, al menos, de ver la estupenda adaptación cinematográfica, recordamos con cariño dicha obra... Pues en contra de lo inesperado, el Tío Steve recuperó a uno de sus personajes (un secundario, creo, que no lo recordaba) para contarnos ahora otra impactante narración, apareciendo ahora como anciano y protagonista. Ha pasado la misma cantidad de tiempo desde que se publicó dicho libro- uno de los más famosos de su autor- y con mayor razón al ambientarse esta nueva pieza: más de treinta años, de modo que Serpientes de Cascabel transcurre en 2020 ó 2021, si no me equivoco, justo al comienzo de la pandemia del Covid (me doy cuenta de que le gusta el tema a King, pues desde Holly ya lo ha abordado harto) ...
    El personaje principal tiene más de setenta (una clara proyección del propio King) y tal como el protagonista del relato anterior, acaba de sufrir la muerte de su esposa; en el caso de este viudo, para pasar el duelo se va una temporada a una lujosa casa prestada por un amigo, ubicada en las cercanías de una playa.  Allí conoce a un curioso personaje, una mujer de su edad que, por lo general, resulta de lo más agradable, salvo un detalle bien especial: siempre se le ve transportando dos sillas de playa, en las que lleva supuestamente a sus dos hijos gemelos, muertos hace más de treinta años en circunstancias muy duras.  Pese a esta "rareza", el hombre congenia de lo más bien con su vecina, incluso simula ver a los chicos, puesto que él mismo en su juventud pasó por algo similar; lo que no tiene idea, es que su buena voluntad lo llevará a tener una aterradora aventura, en la cual el mundo sobrenatural se manifestará de manera inolvidable.
    A medida que va desarrollándose la trama, el autor nos lleva de la mano por verdaderos senderos insospechados, que si bien nos cautiva desde el principio, no tenemos idea de para dónde iremos y esa es una de las grandes virtudes del presente texto: lo ingenioso de cómo sucederá todo (siendo sinceros: todo el libro está lleno de sorpresas como esta, ya que es un verdadero regalo para el "lector constante").
   Acá tenemos una historia de fantasmas, que recuerda mucho a esa joyita de 1980 que es The Changelling, aterradora cinta con George C. Scott (quien luego haría un papel maravilloso como villano en la adaptación de Firestarter, una novela del propio King); pues en ambos títulos tenemos a un hombre mayor que, acaba de perder a sus seres queridos, llega a una casa opulenta y allí debe vérselas con manifestaciones espirituales que pondrán a prueba su cordura (no digo más para no caer en el spoiler, pero si han visto el recomendable largometraje, entenderán más esta comparación).
    Serpientes de Cascabel también nos recuerda, como ya habrá quedado claro, a Laurie; porque, además, ambas tienen a reptiles involucrados, abordan el tema de cómo enfrentamos la pérdida de quienes amamos y, de paso, asumimos nuestra propia mortalidad (en especial en el ocaso de la existencia); por algo, esta segunda pieza viene inmediatamente después de la anterior.  Así que se trata de narraciones que son distintas caras de la misma moneda, una de tipo realista y la otra ya más en la senda de Tío Steve que echábamos de menos.
    Por cierto, la presente novela corta está relacionada, más o menos, con Duma Key, libro del mismo escritor que apenas recuerdo y, en parte, porque no fue muy de mi agrado.
 
11. Soñadores
 
    ¡Por fin un cuento de terror sobrenatural que nos recuerda al Stephen King que aprendimos a adorar de niños!
     Como todo un homenaje a Lovecraft (uno de tantos que le ha hecho el Tío Steve), con elementos de ciencia ficción, más encima, esta historia es la primera del presente volumen en estar ambientada en el pasado; específicamente en la década de los setenta, lo que es un gusto.
   Un joven ex combatiente de Vietnam intenta hacerse una nueva vida tras dejar la violencia de la guerra, por lo que acepta un trabajo como ayudante de un excéntrico investigador científico.  Su jefe está intentando realizar un descubrimiento de connotaciones reveladoras y revolucionarias; para eso trabaja con sujetos pagados, a quienes estimula de tal manera, que estos al soñar puedan acceder a un conocimiento de proporciones metafísicas.  Como era de esperar en ese tipo de historias, el experimento abre las puertas para que un horror ancestral llegue a este plano de la existencia.
    Siguiendo la senda de clásicos del horror cósmico como Los Perros de Tíndalos de Frank Belknap Long, este relato indaga en los límites de la realidad y el mundo onírico; compartiendo con el citado texto y hasta con un título capital como lo es Frankenstein, el tema de la responsabilidad científica.  Cabe mencionar, asimismo, que estas tres obras poseen un fuerte rasgo moralizante, advirtiéndonos que el conocimiento puro no es algo para simples mortales y que tal como lo advirtieron muchos mitos (Adán y Eva, Prometeo, etc.), obtenerlo sin permiso de los grandes poderes, trae para el infractor un castigo espantoso.
    Aunque no sea un cuento lo suficientemente gore para lo que esperaba (como es el King de otros títulos suyos, en especial en su "juventud"), quedé feliz con estas monstruosidades.
 
12. Hombre Respuesta
 
   Un recién salido de la universidad, promisorio abogado, se encuentra en una encrucijada ante su futuro; justo cuando decide evaluar de la mejor manera qué hará con su vida, se cruza por primera vez (de un total de tres ocasiones) con el Hombre Respuesta: Un sujeto increíble que, de manera gratuita, en un principio, luego por una módica suma, le responderá sus consultas.  El personaje, de lo más corriente en apariencia, le responde acertadamente aquello que nadie más podría saber y, luego, sus consultas sobre el futuro; solo el paso del tiempo le demostrará al protagonista, que todo lo que le dijo el adivino era cierto.  Los dos siguientes encuentros ocurren con diferencias de años, bien grandes entre sí, en momentos bastante significativos de su vida.
    Una historia muy emotiva, en la cual el elemento sobrenatural sirve para confirmar el valor de nuestras propias decisiones, por sobre los hechos que nos ocurren: Solo nos determina nuestra voluntad y la calidad del corazón que tenemos.
   El último encuentro con el Hombre Respuesta es memorable; las palabras de este hacia su interlocutor, por su compasión y su sabiduría, me recuerdan a personajes tan queridos como The Sandman.
 
IV. Hasta la próxima (ojalá)
 
    A diferencia de otras colecciones de Stephen King, sus palabras aclaratorias sobre las motivaciones de sus relatos van al final, pero tampoco ocupan muchas páginas; de hecho, solo menciona parte de la génesis de ni siquiera la mitad de los textos que comprenden este libro.  Sí nos explica el origen del título de esta selección, aunque en comparación con otros libros suyos con estas características, la oscuridad que hay en sus páginas es mucho más "clara".  Apenas hay terror en el presente tomo y eso casi podría haberme defraudado (como antes me pasó con su libro Después del Anochecer); no obstante, disfruté demasiado de esta obra y la recomiendo mucho.  Ya estoy sintiendo nostalgia de lo bien que la pasé con Si te gusta la Oscuridad.
    Gracias, Tío Steve, por todo y espero sigamos teniendo más textos tuyos como este, ojalá una nueva colección de narrativa breve.  Mientras tanto me quedan unos cinco libros suyos guardaditos y hay otro que me tienen guardado de regalo desde julio de este año por mi cumpleaños; así que tengo mi dosis kingniana asegurada para el año que viene.
    Solo una cosa más antes de despedirme... ¡No logro identificar el bello grabado de la tapa del libro! Se parece a la torre de agua de los Hermanos Warner, pero nada que ver con estas historias.  Hombre Respuesta, dime de qué se trata, por favor.
    Nota final: Poco después de escribir mis palabras de arriba, mi amigo Ricardo Ruíz, todo un experto en King- mucho más que yo, me dijo a qué relato correspondía dicho dibujo; no obstante, no les diré de qué va, pues el misterio vale la pena.

 

Ediciones de lujo gringas con ilustración en la tapa a elección (la que tengo yo posee la segunda)

viernes, 18 de octubre de 2024

Feliz escribiendo, dichosos leyendo (I)


I. Comencemos
 
    Actualmente Stephen King cuenta con 77 años (solo diferencia de meses con mi mamá) y sigue lúcido y activo como escritor. Supongo es (según dicen por ahí) como el buen vino: Mientras más viejo mejor.  Por lo que sé, sigue con su rutina de escribir diariamente varias horas, desde la mañana temprano y solo descansa el día completo los 4 de julio y en Navidad. Que siga publicando más de un libro al año, es ejemplo de ello y que siga escribiendo cuentos también, aparecidos en varias antologías y revistas.  De igual manera es prueba de lo anterior, que siga en su senda como escritor de nuevas historias.
     Y es que el buen Tío Steve ama lo que hace y a diferencia de otros bestesellers no le hace el quite al relato breve y a novela corta; por lo mismo, cada cierta cantidad de años reúne estos textos en un tomo y los publica para satisfacción nuestra.
     Como lo he dicho antes y lo repito otra vez encantado: Más que ganar dinero, millones, con lo que hace, lo que le gusta es contar historias y para ello procura usar todos los formatos posibles, incluso recurrir al cómic o a los guiones para la televisión y el cine... ¡No es ningún divo! Podrían aprender de él gente que admiro, como la misma Isabel Allende o la desaparecida Anne Rice; lo mismo gente como Patrick Rothfuss o Eoin Coifer, de quienes resulta impensable encontrar títulos con estas características.  Ahora bien, claro, esto es de igual manera talento puro y en ese sentido a King le sobra para escribir en cualquier formato, incluso en distintos géneros; así que nombres como el que he mencionado recién, puede ser que simplemente sean incapaces de realizar las proezas literarias de su colega.
    Otra cosa sucede con mi autor favorito y su habilidad para crear estas narraciones breves.  Y es que este comenzó su carrera escribiéndolos, mucho antes de conseguir triunfar con Carrie, que esa era su manera de ganar dinero extra para mantener a su familia, ya que bien conoció la pobreza; así que afinó el pulso por la necesidad y luego ya no dejó el hábito, porque formaba parte intrínseca suya.  Por otro lado, muchos de sus maestros fueron grandes cuentistas, tal como Poe, Lovecraft. Bradbury y Matheson, así que él procura seguir sus ejemplos y de paso, de vez en cuando, los homenajea.
    El libro que nos reúne hoy salió tan solo este año y tiene como sugerente título Si te gusta la Oscuridad.  Posee doce escritos, hasta donde sé realizados en los últimos años (y bien da fe de ello, el importante detalle de que al menos tres de los que ya he leído, que voy en el noveno, se refieren al Covid); por lo que sé algunos de estos son inéditos, así que es una razón de más para agradecer un tomo como este, el cual más encima supera las setecientas páginas de sana diversión (y ocupo de adrede el adjetivo sana, porque lejos pasar mi tiempo libre y evadirme de la realidad, y las preocupaciones, con una buena historia, que consumiendo drogas y alcohol o en malas compañías ¿No?).  Igual hay relatos suyos antiguos que siguen sin ser recogidos en estas recopilaciones y que hoy en día son muy difíciles de conseguir; me habría encantado las hubiera considerado esta vez.
    Como ya dije Stephen King ya tiene 77 años y nos sigue deleitando con sus dulces pesadillas.  Tengo todas sus colecciones de cuentos y novelettes, que he disfrutado mucho desde adolescente; bueno, algunas más que otras.  Asi como espero que en español salga, de por fin, una edición completa de Skeleton Crew, su segunda antología, que los españoles cometieron el sacrilegio de separar en numerosos tomos y, para peor, eliminaron dos de sus cuentos.  Por todo esto, su avanzada edad, me pregunto con pena, y con justificación realista, si esta será su última colección de narrativa breve (al menos en vida); que de seguro hay mucho de él que saldrá a la luz de manera póstuma, cuando haya dejado este plano de existencia.  Si ocurre esto último, por un lado, me sentiré feliz y, por otro, lamentaré mucho su partida.  Ojalá yo mismo siga en esta Tierra para entonces, para seguir disfrutando de sus ficciones por mucho tiempo.

 
II. Sigamos (los cuentos)
 
1. Dos cabrones con suerte
 
     Con un narrador testigo que da fe de la verdadera y secreta historia de su padre, un afamado escritor recientemente muerto, este cuento nos habla acerca de la naturaleza del talento ¿Qué hace a una persona sobresalir por sobre el resto? ¿De dónde viene nuestra inspiración? ¿Cómo explicamos que de pronto un "desconocido", alguien en apariencia común y corriente, se vuelva famoso gracias a un talento suyo a una edad avanzada?  ¿Por qué razón antes no dio muestras de sus capacidades? Algo parecido había hecho con su novela La Historia de Lisey, aunque el enfoque acá es por completo distinto, como bien podrán darse cuenta al leer esta pieza y comparar ambas.
    Sobre todo, lo anterior y más trata esta obra en la cual el narrador, solo años después de compartir estrechamente con su padre, recibe la confesión que este que le negó a una tenaz periodista, que andaba detrás de la verdad.  Lo interesante de esto es, cómo tras una primera parte de un extenso relato, ameno y "realista", Stephen King nos lleva intrigados hacia los senderos de lo desconocido; pero, más encima, es tan diestro en lo que hace, que logra hacer que ideas en un principio absurdas, se aprecien verosímiles.
    Hay emotividad y belleza detrás de este texto, aunque por mi parte no lo habría elegido para comenzar la antología; pues lo que más esperamos del Tío Steve y sus colecciones de historias breves es horror breve ¿No?
    Se me estaba olvidando: Este cuento le hace un precioso guiño a Ray Bradbury y sus Crónicas Marcianas.
 
2. El Quinto Paso
 
    Un hombre ya jubilado disfruta de su merecido descanso con una vida holgada.  Un día está leyendo tranquilo el periódico en un banco de la plaza (una escena tan habitual en la vida real y las ficciones al tratarse de ancianos), cuando se le acerca un anodino hombre de unos cuarenta años, se sienta a su lado y le pide que le permita contarle su vida.  Tras vacilar un rato accede a ello y entonces el desconocido que se ha sentado a su lado, invadiendo su espacio personal, lo lleva a conocer su descenso a la miseria.
    Cuando pensamos que se trata de una "historia sobre la vida", un cuento intimista acerca del dolor que puede significar la existencia, con una moraleja más encima (como en otras ocasiones lo ha hecho nuestro querido autor), el Tio Steve nos tira un balde de agua fría y nos hace amarlo más que nunca.
 
3. Willye el Friki
 
    En muchas familias hay alguien "raro", un miembro que se sale de la norma y no me estoy refiriendo a alguien que destaque por sobre sus pares, sino que desentona debido a su naturaleza anormal.  Esta historia nos muestra un hogar donde no solo el hijo menor es un paria, alguien que va a una escuela especial y actúa como un psicópata en potencia, sino que también el abuelo cae dentro de este grupo de personas... Y resulta que ambos se llevan muy bien, algo que no considera al resto de la casa, si bien tampoco les interesa participar.
   Stephen King tiende a repetir los nombres de sus personajes, que uno de los relatos de su colección Corazones en la Atlántida se llama Willye el Ciego, pero esa es una historia por completo distinta a esta.  En todo caso, como bien sucede con su obra en general y las dos que anteceden al cuento que ahora les comento, King nos mantiene intrigados desde el principio y esta vez nos da un final inesperado, que nos estuvo engañando, al esperar que todo terminara de tal forma y resultó ser de otra (si bien igual este desenlace me recordó a su cuento clásico Abuela).

 
4. El Mal Sueño de Danny Coughlin
 
   Un verdadero regalo para el Lector Constante es esta verdadera perla que corresponde nada menos que a una novela corta.  Con más de doscientas páginas, su autor bien podría haberla publicado de forma autónoma, como en algunos otros casos suyos (Elevación, por ejemplo, o La Caja de Botones de Gwendy, que coescribió junto a Richard Chizmar); no obstante, el Tío Steve siempre premia a su público y en sus antologías, desde la segunda (Skeleton Crew), nos regala al menos una de estas piezas... ¡Pero tengo entendido que en esta última colección vienen cerca de tres! Ojalá otros autores actuales de Bestsellers como él hicieran lo mismo.
    Un hombre que está en la treintena de su vida y tiene un buen trabajo de hace años, tiene un sueño que lo despierta con horror; las imágenes de este, pese a su carácter ominoso, son muy vividas y decide comprobar si es verdad lo que parecía tan real.
    Acá nos encontramos con el personaje habitual de King: Un hombre común y corriente, cuya vida ha sido sencilla hasta ahora, el cual es puesto a prueba cuando lo extraordinario y/o sobrenatural llega a su existencia.  En este caso concreto, solo un chispazo de lo anterior "contamina" su otrora existencia cómoda y a partir de entonces ya no hay vuelta atrás.  Como dice el dicho, que se menciona en el texto, en todo caso, no hay buena intención que no se cobre o pague y esto le pasará a nuestro héroe. A partir de ahora dos agentes andarán detrás de él, tratando de enrostrarle un crimen que no cometió; no hay pruebas suficientes para demostrarlo, pero ambos se empecinan en que es culpable y en especial el agente varón de la pareja.  Así que de ahora en adelante la pesadilla será otra.
    Desde el sueño que es descrito de manera magistral, a todos los giros imprevistos que posee esta obra, nuestro escritor favorito nos atrapa; cuando creernos que la historia va a terminar, resulta que recién está comenzando y de ese modo nos esperan varios momentos maravillosos.  Tenemos acá a un protagonista que se nos hace muy entrañable, un hombre que tiene mucho de Stephen King en su biografía (quienes saben de esta me entenderán), a quien lo rodean varios personajes más que interesantes, que nos señalan lo diverso que es el mundo: partiendo por un adolescente noble del cual se hace amigo, a una niña pequeña que nos concede uno de los momentos más emotivos de la novelette, luego un hermano adorable con TEA (el Tío Steve siempre tan conectado a la realidad, pese a escribir sobre monstruos) y un abogado sui generis, poseedor de la nobleza que siempre quisiéramos encontrar en gente de su oficio.
    Luego tenemos a los dos agentes encargados del caso Danny (otro nombre que se repite en la literatura del escritor), una atractiva mujer que nos puede llegar a recordar mucho a Dana Scully de Los Expedientes-X (recordemos que Esteban Rey escribió el guión para un episodio de esta famosa serie, encargándose él mismo del apartado dedicado a la mujer) y un hombre ya maduro, casi al final de sus años de servicio (un sujeto severo y de mente estrecha, cuya rigidez mental se aprecia en su propia apariencia física y en su DOC, Desorden Obsesivo Compulsivo).
    La cultura literaria del artista se evidencia una vez más, cuando le da el apellido de Jalbert al miembro masculino de la pareja que investiga al protagonista; y es que considerando la personalidad obsesiva de este y su papel como "sabueso de la ley", bien es un homenaje al gran Javert de Los Miserables, el riguroso policía que persigue por años al buen Jean Valjean, por haber solo robado un mendrugo de pan.
    Por otro lado, encontramos en este formidable texto (repito, porque King nos quiere no lo publicó aparte, que bien podría haberlo hecho si solo le importara el dinero y no le interesara congraciarse tanto con sus seguidores), dos temas recurrentes en su narrativa, que en todo caso son caros a la literatura de terror:
    En primer lugar, el tema de la fe, que si bien por lo general lo relacionamos con la religión institucionalizada, sus dogmas y ritos, también tiene que ver fuertemente con la creencia en la existencia de un mundo oculto, en contraposición al positivismo científico; les estoy hablando de todo lo relacionado con lo sobrenatural.  Por lo anterior, inteligente cuando Danny le pregunta a la agente Davis:
 
                           "¿Cómo puedes creer en Dios y no creer en un sueño?
 
    Y es que esta historia nos deja claro, que la posibilidad de que haya una fuerza superior a la que consideremos nuestro creador y todo lo que conlleva ello (milagros, ángeles, el poder de la oración y otros), no se condice con la presencia de otras fuerzas y misterios velados al común de los mortales.
   Pero también tenemos la fe en otros seres humanos, ligada a la confianza, que es creer en el resto, sin tener necesariamente pruebas físicas para aceptar la palabra del otro.  Esto es algo que se pondrá a prueba, en más de un personaje, cuando al protagonista lo acusan de asesinato.
   Y en segundo lugar, volvemos a reconocer el tema de la intrusión de lo sobrenatural en nuestras vidas, que acá basta con solo un sueño con elementos de clarividencia, para que se dé vueltas patas arriba la vida del protagonista y la vida de un montón de gente que lo rodea también sea alterada.
    Por cierto, me llamó la atención que el traductor haya usado la expresión "Donde el diablo perdió el poncho", la que yo consideraba solo un chilenismo y que he comprobado pertenece a otros países del Cono Sur latinoamericano.  Así que bien por considerar estos coloquialismos, que no todo es español de España.
    ¡Me encantaría ver una buena película basada en esta gran novelette!


5. Finn
 
     El protagonista es un buen chico marcado desde su nacimiento, supuestamente, por su mala suerte.  Varios sucesos, que pese a todo no dejan de ser anecdóticos, podrían atestiguar esta idea.  Pese a todo, el muchacho no es una persona amargada y es hasta ingenioso, como lo demostrará esta aventura suya.
    Un día de vuelta a su casa lo confunden con otra persona, razón por la cual es raptado.  Sus captores creen que pueden sacarle información valiosa, que, si bien este por razones obvias no puede dársela, no les queda otra que torturarlo.
    Hasta humor encontramos acá, elemento que le sale muy bien al Tío Steve, además de que vuelve a emplear otro ingrediente en el que se maneja muy bien: El misterio total.  Y es que tal como el simpático protagonista, no tenemos idea de la verdad detrás de este último infortunio, lo que hará mucho más apetitoso el disfrute de este muy entretenido relato.
 
6. En la carretera de Slide Inn
 
    Una familia hace un viaje en el auto viejo del abuelo, camino a otra ciudad para visitar a una moribunda tía antes de su partida.  El grupo lo compone padre y madre, los dos hijos pequeños de estos dos (chico y chica) y el abuelo; los adultos consideran un engorro al viejo, pero los menores lo adoran. Para ahorrar tiempo toman un atajo por una carretera llena de baches, la que pasa justo por un antiguo hotel, actualmente abandonado; en las dependencias de este edificio se pondrá a prueba la unión de la familia.
    Esta historia es el anverso de otro cuento ya leído en esta misma colección: Willye el Frikie.  Pues tenemos a una pequeña comunidad compuesta por los mismos elementos, aunque con diferencia de edad y de relaciones entre sus integrantes.  Pero hay más que eso, puesto que el anciano mismo en el relato presente, pese a sus mañas y a no ser del agrado de los otros adultos, demostrará ser alguien muy valioso.
    Un muy entretenido relato acerca del mal, aunque desde otro punto de vista, así como sobre el sentido de la familia y el aporte real que poseen nuestros mayores, que muchas veces olvidamos.
   Para terminar: El humor y la sorpresa, incluyendo la típica confrontación entre las fuerzas en pugna, nos demuestran una vez más lo bien que se maneja el Tío Steve para atraparnos fácilmente.
 
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